TISA da pistas sobre el TTIP

El objetivo declarado de TISA es abrir el comercio de servicios, es decir, desregularizarlo, facilitando el comercio de servicios transfronterizos. En cierto sentido, TISA es complementario del conocido TTIP que negocian EEUU y la Unión Europea.

El pasado mes de diciembre se filtraron algunos documentos de negociación y los contenidos son de preocupar.

Por ejemplo, se pretende prohibir la demanda de presencia local a los proveedores de servicios extranjeros como condición para poder prestar su servicio. Esa obligación es un requisito típico para asegurar que el servicio transfronterizo pueda estar sujeto a la misma regulación y requisitos que los servicios prestados por agentes locales: garantizar cierto nivel de el servicio; asegurar que un prestador esté sometido a las leyes de protección del consumidor del país y que se pueda hacer legalmente responsable en caso de infracción de la ley, etc. Esa prohibición podría afectar también a otros objetivos de política pública como asegurar la reinversión en las comunidades locales o evitar las fugas de capital.

Otro ejemplo. Se pretende introducir la prohibición de solicitar a un proveedor de servicios extranjero que de preferencia a los bienes producidos localmente. En los sectores minorista y de distribución, se prohibiría solicitar que una parte de los productos ofrecidos fuesen producidos localmente, por ejemplo, que en un supermercado las verduras ofrecidas fuesen producidas por agricultores locales. En el caso de los servicios culturales, tales como cines, teatros o medios de comunicación, el requisito de proporcionar una cuota de películas nacionales o de otros productos audiovisuales sería ilegal.

¡Es la ley de la selva total!

Todo esto nos lleva a pensar que probablemente en el proceso de discusión del TTIP los EEUU está proponiendo políticas similares. Tenemos delante una larga batalla para salvaguardar los intereses de la ciudadanía frente a los de gran capital transnacional.