Cambiar a contenido. | Saltar a navegación

Navegación

Inaki Irazabalbeitia

Antiguo eurodiputado, Aralar

Mas de lo mismo en Bruselas

11/09/2014

Jean-Claude Juncker ha presentado la nueva Comisión Europea. Ninguna sorpresa en el resultado de esta ruleta de puestos que se juegan los estados en el casino del Consejo.

Echando un vistazo a la lista la primera consecuencia es inmediata, no ha privado el conocimiento del tema o la capacidad de los candidatos, sino el interés de los estados y de los grandes partidos. ¿Qué hace el señor Arias Cañete como comisario de Acción Climática y Energía, por ejemplo? De todos son conocidos los intereses de Arias Cañete en el sector petrolero o la poca sensibilidad medioambiental del ministerio que ha dirigido. España está en el pelotón de cabeza de los incumplimientos de directivas europeas en el área medioambiental y, casualmente, un español se ocupará de una de las políticas estrella de la Unión. Una Unión que quiere ser referencia en la lucha contra el cambio climático y en el desarrollo de nuevos modelos energéticos no puede tener a Arias Cañete de comisario de Acción Climática y Energía. Como consuelo nuestro acordeonista de Laudio volverá a Bruselas a seguir tocando las mismas músicas desafinadas de hace 10 años. Nuestros oídos lo agradecerán.

La propuesta del conservador inglés Jonathan Hill para ocuparse de un tema clave como las finanzas resulta al menos naif, teniendo en cuenta la oposición de Cameron hacia Junkers, o, quizás, peor, puede dar una pista de las políticas económicas futuras de la Comisión ahondando en el liberalismo.

La propuesta del húngaro Tibor Navracsic, miembro del partido derechista Fidesz como Comisario de la Ciudadanía es, cuando menos, una burla hacia la ciudadanía europea. ¡Bien conocido es el talante abierto, tolerante y democrático del partido que ahora gobierna Hungría!

Al menos, ha mejorado algo el equilibrio de género con referencia a las primeras filtraciones, pero queda aún lejos el llegar a una real paridad.

Esta Comisión tiene que pasar la reválida del Parlamento Europeo. Una oportunidad para tumbarla. Dependerá de las mayorías. Desgraciadamente los ciudadanos europeos dependemos, en gran medida, de la carta que la socialdemocracia europea juegue y, tengo muchas dudas de que se atrevan a romper la baraja. Sin embargo, creo, ahora que la ciudadanía europea no perdonaría esa actitud a los partidos socialistas europeos, al menos en el sur de Europa.

En pocas semanas veremos si la baraja se rompe y se pone de nuevo en marcha el casino del Consejo o si jugamos con estas cartas marcadas.