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Inaki Irazabalbeitia

Antiguo eurodiputado, Aralar

Inaki Irazabalbeitia

Nací en San Sebastián en 1957. Desde julio de 2013 soy parlamentario en el Parlamento Europeo representando a Aralar.

Nací en San Sebastián el 1 de agosto de 1957. El tiempo fuera del trabajo lo paso entre Alkiza y Donosti. Últimamente, paso también bastante tiempo en Tolosa debido a mi cargo de concejal. Me considero alkizarra mas que otra cosa, aunque todavía salgo tocando el barril todos los 20 de enero.

Tuve el privilegio de ir a la ikastola en aquellos albores de los 60. Andereño Koro Gonzalez me enseño a leer, a escribir y a contar.

Con ocho años mi familia se trasladó a Pamplona, una todavía pequeña ciudad donde el hoy populoso barrio de San Juan era un mosaico de granjas, chalets y casas en el cual comenzaban a crecer edificios de pisos. Mi padre participó como aparejador que era en el rápido crecimiento de la Iruña de mi niñez. Acudí al colegio de El Redín, colegio seglar, ya que mi padre no quería colegios de curas ni escuelas públicas, pero de marcado carácter católico. Mi hermano pequeño Jose Ramón fue la excepción ya que asistió a la recién creada Ikastola.

Acabado el bachiller elemental volvimos a Donosti. Otra vez en el mundo de las ikastolas. El Liceo Santo Tomas nos acogió a los cuatros hermanos como alumnos. COU lo hice en el instituto Peñaflorida.

En 1974 me fui a estudiar Ciencias Químicas a Valladolid, ya que Gipuzkoa era parte del distrito universitario de aquella ciudad. Pucela tenía dos actividades económicas principales: la fábrica de coches FASA y los universitarios desplazados a estudiar. Estaríamos como unos 5.000 estudiantes vascos de un total de unos 8.000. Cuando estornudábamos obreros y/o estudiantes, la ciudad ardía.

El curso 1974-75 fue movido en mucho sentidos. Allí tuve mis primeras relaciones con la actividad política y morreé a mi primera chica, una novia segoviana que tuve: Merche. Fui elegido representante de curso de 1º B y se me amontonó el trabajo. El día 8 de febrero de 1975, sábado, el ministro de educación franquista Cruz Martinez Esteruelas ordenó cerrar la Universidad de Valladolid hasta el siguiente curso. Nos condenó a 8.000 alumnos a perder el curso. A los representantes estudiantiles nos tocó movernos y negociar con las autoridades académicas soluciones además de organizar una universidad paralela. ¡Pero eso es otra historia! Finalmente pudimos hacer los exámenes en septiembre, pero sin recibir ninguna clase.

Perdimos a nuestro padre en agosto de 1975 en un accidente de tráfico. Para entonces tenía ya decidido volver a Donostia a continuar mis estudios en la Facultad de Petroquímica que era de abrirse en octubre. Llegué con dos asignaturas aprobadas y con la experiencia de la movida vallisoletana en la mochila. Tengo un muy grato recuerdo de mis años de estudiante en Alza (barrio donostiarra donde se ubicó la Facultad). Fueron unos años políticamente muy movidos con huelgas, encerronas, manifas y similares para hartar. Además, al ser una facultad nueva, todo estaba por hacer- Los profesores eran muy jóvenes, apenas no llevaban una media docena de años muchos de ellos, lo que creo un ambiente y una relación alumno-profesor muy buena, al menos con los que fuimos de la primera promoción. Aunque ya había sido profesor de euskara en Valladolid, entré en la dinámica militante de la cultura vasca en 1976. Conocí Elhuyar y la Udako Euskal Unibertsitatea (UEU), dos de mis grandes proyectos personales. En Altza también conocí a Mariaje, mi mujer, otro de mi proyectos vitales.

En 1978 comencé a militar en Euskadiko Ezkerra, que deje a principios de los 80 para dedicarme enteramente a la militancia cultural.

Finalice la carrera en 1980 y tuve la suerte de poder acceder a una de las plazas de profesor ayudante que se crearon el la facultad y poder realizar una tesis. Fueron los años de creación de la UPV y participé como representante de los profesores en mas de uno de aquellos movidos claustros de nuestra universidad.

En 1986 leí la tesis: apto cum laude, al estilo de entonces. Ya me había dado cuenta que la investigación no era precisamente algo que me llenara y cambié de aires. Dediqué a Elhuyar mi tarea profesional; una relación que duró hasta 2003. Comencé como director de la revista divulgativa Elhuyar. Zientzia eta Teknika y a partir de 1996 tuve la responsabilidad de la gerencia de Elhuyar en la cual me toco liderar el proceso de conversión en fundación.

En 1986 fui elegido Secretario General de la UEU tras haber sido responsable del área de química y miembro de la comisión ejecutiva. Esa responsabilidad acabó en 1991, pero he seguido siendo miembro de la comisión ejecutiva hasta 2008.

El rugby ha sido mi deporte, y aun lo practico de vez en cuando. Ello me llevo, por ser un salsero y no saber cerrar la boca, a la directiva del Atlético de San Sebastián, mi club, desde 1983 hasta 2003.

Llegó el siglo XXI. Para entonces mis dos hijos ya no eran unos bebés. Era una época de ilusión y esperanza. Eran tiempos de Lizarra-Garazi. Sin embargo, la ventana a la esperanza la cerró la sin razón de las armas. Tenía una cosa clara, no quería que mi hijos viviesen la misma trágica situación que me había tocado vivir a mí. Decidí que para ello me tenía que mojar, saltar a la política e intentar hacer cambiar las cosas. El nacimiento de Aralar me ofreció la oportunidad. No lamento el paso dado, por que creo sinceramente que Aralar y su labor política en los últimos 12 años han contribuido mucho a llegar a la situación actual.

En 2003 dejé Elhuyar y me dediqué por entero a la labor política como vicecoordinador de Aralar.  Fue una experiencia agridulce y caí en la cuenta lo difícil que es navegar en las aguas de la vida interior de una organización política. Bastante mas complicado que en una empresa. A finales de 2004 deje el cargo y me tomé unos meses sabáticos.

En octubre de 2005 comencé a trabajar como director de la escuela de ingeniería del IMH en Elgoibar. Conocí un nuevo mundo, la enseñanza en alternancia, y fue una experiencia personal y profesional muy enriquecedora.

En otoño de 2006 volví a casa, al grupo Elhuyar, a Eleka como gerente. Hasta finales de 2011 fui profeta de la ingeniería lingüística es decir, de los correctores ortográficos, traductores automáticos y similares. Muchas veces tuve la sensación de que predicábamos en el desierto.

En esa misma época fui elegido por dos veces concejal en Tolosa, en 2007 y 2011. Después de un paso por la oposición ahora estoy en el equipo de gobierno junto a mis compañeros de Bildu donde tengo la responsabilidad de la comisión de política lingüística y educación.

A comienzos de 2012 volví a trabajar para el partido como responsable de relaciones internacionales. Tarea que me ha servido de preparación para mi trabajo actual en el Parlamento Europeo.

He sido, y soy, perejil de muchas salsas: Egunkaria Sottzen, Kontseilua, Lurraldea, Elkarri, Lokarri, la revista Galde, Alkizako Oilategitik Kultur Elkartea, … También soy académico correspondiente de Euskaltzaindia, la academia de la lengua vasca. Cuando tenía mas tiempo escribí algo de literatura y publiqué un par de novelas y un libro de relatos de ciencia-ficción. Actualmente solo saco tiempo para hacer deporte, labrar la huerta y poco mas..

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