TTIP y transparencia
27/11/2014
Artículo original.
La plena transparencia TTIP: mucho más que abrir una puerta.
Malmström cree que "se puede hacer más", así que ¿por qué ha tomado tanto tiempo para actuar?
La Comisión ha anunciado las nuevas medidas de transparencia para las conversaciones TTIP se han adoptado tras 18 meses de creciente presión sobre el tema. Bernd Lange (S & D) presidente de la Comisión de Comercio Internacional, calificó las medidas de un "gran paso" en una conferencia de prensa conjuntamente con el nuevo comisario de Comercio de Cecilia Malmström, en Estrasburgo. Pero también señaló que medidas tales como la publicación del mandato TTIP (que sólo el Consejo acordó en septiembre) ha sido "muy tarde, tal vez un año y medio demasiado tarde" y "no es un buen punto de partida."
Y así, los esfuerzos para reactivar las conversaciones en crisis, por lo menos desde el punto de vista de la percepción pública, han comenzado con una serie de nuevos mecanismos de transparencia. Son los siguientes:
• hacer públicos más textos de negociación de la UE que la Comisión ya comparte con los Estados miembros y el Parlamento;
• facilitar el acceso a los textos TTIP a todos los miembros del Parlamento Europeo (diputados), ampliando el uso de una "sala de lectura" a los diputados que no tenían acceso a documentos restringidos hasta ahora;
• clasificación de menos documentos de negociación TTIP como "restringido a la UE", haciéndolos más fácilmente accesible a los diputados fuera de la sala de lectura;
• Publicación y actualización de manera regular una lista pública de los documentos TTIP compartidos con el Parlamento Europeo y el Consejo.
Las mejoras son mínimas para el público en general, ya que los textos de negociación fundamentales permanecerán tras puertas cerradas. Sin embargo sí sirven para que el acceso a los documentos por sus representantes en el Parlamento Europeo (por lo menos) sea mejor. Lange señaló que hasta el momento, sólo 13 de los 751 diputados tienen pleno acceso a todos los textos de negociación, que en sí es un hecho desalentador. Pero la medida no es de ninguna manera una respuesta al problema de la transparencia en torno al TTIP, y plantea cuatro grandes preguntas sobre las que merece la pena reflexionar.
1. ¿Por qué no antes?
Si el anuncio del martes nos dijo algo, es que la Comisión tenía el poder de hacer mejor las cosas todo el tiempo. Ellos optaron por no usar ese poder. En su lugar, decidieron mantener la mayoría de los parlamentarios de Europa, así como al público, en la oscuridad. El hecho de que puedan elegir fácilmente entre el secreto y la transparencia es preocupante, e indica a que estas decisiones son vulnerables a los cambios en el clima político. En resumen, estas decisiones no se hicieron sobre la base de las necesidades institucionales, por no hablar de una política real, sino debido a la presión pública y política.
2. ¿Cómo será esto ahora en la práctica?
Todos los eurodiputados tendrán acceso a la sala de lectura segura, donde se guardan los textos de negociación. Menos de esos textos se calificarán como "restringidos", lo que en teoría debería hacer más accesibles los documentos. Esto en sí mismo no es un triunfo para la transparencia. Un proceso de negociación tan vasto y complejo como TTIP, que involucra a cientos de los negociadores de ambas partes, resultando en literalmente miles de páginas de texto, con terminologías y lenguaje técnico del comercio inaccesible para la mayoría. Tampoco está claro qué textos de los Estados Unidos que incluyen posiciones (textos de negociación activos) se pondrán a disposición y cómo participan los EE.UU. en la aprobación de acceso a la información. Por otra parte, la forma en que la Comisión tiene previsto albergar los 751 diputados en una sala de lectura pequeña, presenta problemas logísticos reales, o que por lo menos hacer una cola muy larga.
Malmström ha indicado que algunos asesores políticos también podrían tener acceso a la sala de lectura, pero no quiso entrar en el detalle de cómo esa información se procesaría a nivel parlamentario. ¿De qué sirve el acceso si el contenido no se pueden debatir, cuestionar y revisar en el día a día parlamentario? ¿Los diputados especializados en temas como el medio ambiente, la agricultura y los servicios públicos podrán examinar estas propuestas, y compartir sus contenidos con sus colegas y electores? Improbable.
Transparencia completa consiste, no sólo en el desbloqueo de una puerta, sino en ser capaz de digerir adecuadamente y comprender la información que se ha obtenido.
De hecho, la Comisión quiere conservar la confidencialidad de estos documentos y ha sugerido un sistema de castigo que se aplicaría a los diputados que filtrasen información. Ello conlleva frenar cualquier posibilidad de debate abierto. También han sugirieron que la aplicación de estas nuevas disposiciones podría llevar meses, incluso un año, algo que no augura nada bueno para el horizonte temporal de la Comisión que tiene la esperanza de completar las negociaciones del TTIP para finales de 2015.
3. ¿Por qué es esto una excepcionalidad?
Malmström se sintió incómoda cuando los periodistas le presionaron no una vez, sino tres veces sobre si estos nuevos mecanismos se aplicarían a todos los demás acuerdos comerciales internacionales que la UE negocia. La respuesta, cada vez, era la misma: estas medidas son únicamente para el TTIP. Ella no explicó por qué, aunque admitió que el gran interés de la opinión pública ha sido la razón por la que han hecho estos cambios "sólo en el TTIP” por primera vez.
Es bueno constatar que la presión de la opinión pública está funcionando, también revela la naturaleza ad hoc de dicha decisión. Es esencial que se adopte una política concreta adecuada y transparente para todos los acuerdos comerciales internacionales. En su forma actual, es bastante claro que estos esfuerzos se están improvisando sobre la marcha.
4. ¿Qué pasa con la ciudadanía?
Muy poco ha cambiado la situación para la ciudadanía con estas medidas. La ciudadanía todavía no tienen acceso a los textos de negociación activos, y ese es el quid de la cuestión. Ninguna cantidad de documentos de posición de la UE publicados en línea podrá reemplazar