Los campos de la vergüenza
02/02/2016
En el mismo, entre 2.500 y 3.000 personas que viven en condiciones lamentables, en tiendas entre el barro de una llanura de inundación. Unos 200 o 300 niños entre ellos. A las mujeres que dan a luz, ya llevan al hospital, pero las retornan a la miseria del campamento unas vez haber parido.
Organizaciones no gubernamentales y voluntarios intentan organizar el campamento. ‘Intentan’, porque, por ejemplo, la policía aplica cada día diferentes normas para dejar entrar en el campamento personas o suministros. Estamos en Francia, no en un remoto país africano. Parece ser que la égalité no es para todos igual.
Con el refuerzo de los controles en el Eurotúnel y la mayor dificultad para cruzar el Canal de la Mancha, la llegada de refugiados sea ha multiplicado. Los refugiados no quieren quedarse en Francia, quieren llegar a Gran Bretaña. Son sirios de origen kurdo la mayoría.
La municipalidad, Verde sea dicho de paso, se encuentra desbordada y no logra la colaboración del Gobierno de Paris para encontrar una solución. La solución va a venir por la colaboración de Médicos sin Fronteras, que financiará en gran parte la construcción de un nuevo campamento acorde con las normas de ACNUR. MSF aportará cuatro quintos del coste y el ayuntamiento el quinto restante. Una vez construido gestionar el campamento costará unos 2,5 millones de euros, que por el momento no está asegurado, mientras el gobierno del Hexágono mira hacia el otro lado; ¡un supuesto gobierno socialista!
Para los refugiados de Grande Synthe ni ‘liberté’ ni‘égalité’ y mucho menos‘fraternité’.